Como preparar tu bici para el Camino de Santiago

Cuando nos adentramos en una aventura que durará días como podría ser el Camino de Santiago, es casi igual de importante la preparación física como la preparación del material y la logística del viaje.

Es importante conocer las etapas, y si puede ser llevar los tracks en nuestro dispositivo GPS o en el teléfono móvil. En nuestra web, encontrarás toda la información que necesitas sobre el recorrido y las etapas del Camino de Santiago.

Encuentra las etapas y recorrido del Camino de Santiago Francés AQUÍ

Encuentra la etapas y recorrido del Camino del Norte AQUÍ

A continuación, desglosaremos todo lo que necesitas para hacer el Camino de Santiago con garantías.

Primero de todo debemos tener claro el trayecto que vayamos a hacer y las etapas que nos va a llevar completarlo. Por ejemplo, no encontramos las mismas condiciones en los primeros kilómetros del Camino del Norte que en el Camino de Santiago Francés.

En cuanto a las bicicletas, entendemos que la gran mayoría del público tiene una única bicicleta y la adapta según las necesidades del momento. En el caso de que tengamos más de una bicicleta, nosotros recomendamos la que tenga una geometría más cómoda y polivalente posible y si tiene anclajes para bikepacking, mejor. 

¿Entonces, como debes configurar tu bicicleta? 

Todos sabemos la importancia de tener unas ruedas en buen estado cuando nos proponemos una aventura de varios días. Si crees que tus ruedas tienen algún defecto, recomendamos solucionarlo antes de comenzar ya que, si este pequeño defecto se convierte en avería, nos puede arruinar el resto de las etapas. Lo mismo pasa con las cubiertas, que deben estar en muy buenas condiciones si pretendemos pasar varios días pedaleando. Si tenemos un neumático con menos de la mitad de su vida útil, lo podemos guardar y terminar de aprovecharlo en nuestras salidas puntuales del día a día.

El material de las ruedas no es determinante en una aventura como el Camino de Santiago más allá del peso que nos pueda ahorrar.

En el caso del Camino de Santiago Francés, encontraremos un recorrido poco técnico y muy rodador. Es posible que algunos días tengamos lluvia, pero no es habitual encontrar un terreno muy embarrado. Por estos motivos, lo ideal sería llevar un neumático rodador, con un taqueado junto y poco prominente.

En el caso del Camino del Norte, encontraremos un recorrido bastante más técnico y escarpado. Por la climatología del norte de España, es muy probable que nos llueva más de un día, y si no lo hace, el terreno estará húmedo o con barro. Por estos motivos, lo ideal sería llevar un neumático con un taco más prominente y separado entre sí para que no se colapse de barro. En este caso, priorizaremos el agarre a la rodadura.

En cuanto al sistema de aire, la tendencia es clara hacia los sistemas tubeless (sin cámara). Por su resistencia a los pinchazos y por poder reducir la presión de las ruedas sin tanto miedo a sufrir un llantazo. Es importante que en el caso de llevar tubeless, revisemos el estado del líquido antes de empezar el Camino, ya que si el líquido se ha secado o lo hemos perdido será lo mismo que no llevarlo.

Para los usuarios que no tengan neumáticos tubelizables, recomendamos las cámaras con líquido, un sistema idéntico al tubeless, pero en vez de llevar el líquido en contacto con la cubierta, está en contacto con la cámara.

Si queremos todavía ir más tranquilos, la opción de montar un “mousse” evitará aún más que suframos un posible pinchazo. En caso de pinchar, podremos llegar a repararlo o transportarnos al punto más cercano.

Si bien es cierto que en los inicios del gravel esto no era una variable, hoy en día vemos a muchos ciclistas que en su bici de gravel montan pedales de carretera.

La elección sobre los pedales es algo personal y que realmente no influye directamente en el comportamiento de la bici sobre el terreno en una aventura así.

Debemos tener en cuenta que los pedales de carretera están pensados para carretera, dónde no hay barro, ni agua, ni polvo. Si introducimos estos elementos, es probable que aparezcan ruidos o problemas mecánicos inesperados. Además, si tenemos intención de pasear, con las botas de carretera será difícil e incómodo.

En cambio, si escogemos los pedales de montaña, podemos complementarlo con una gran variedad de botas que se ajustaran más a nuestra aventura. Tanto si queremos una bota más ligera y reactiva como si preferimos optar por una más parecida a una zapatilla deportiva. Los pedales de montaña, además, están fabricados pensando en las inclemencias del tiempo, y será mucho más fácil que expulsen el barro si lo hay.

En cuanto a la sujeción, dependerá más de la marca y el modelo del pedal que de la disciplina de ésta. Bien es verdad que las calas de montaña se suelen liberar con mayor facilidad en caso de tener que sacar el pie de forma rápida.

Hay que tener en cuenta que, si utilizamos pedales de montaña sin plataforma y vamos a pasar muchas horas sobre la bici, es probable que nos aparezcan molestias en la planta del pie del contacto con la cala. Un hecho que no sucede con los pedales de carretera, que tienen más superficie o con los pedales de montaña con plataforma.

En una ruta como el Camino de Santiago, ya sea el del norte o el francés, encontraremos una gran variedad de lugares en los que poder comer, cocinar, comprar, etc. Por lo tanto, no es necesario que carguemos con elementos de consumo. Con llevar nuestra ropa y recambios será suficiente. 
En cuanto a la cantidad de ropa que debemos llevar, dependerá también de cada persona y de lo minimalistas que seamos. 

Por nuestra experiencia propia, nosotros llevamos: 

-    Documentación + dinero en efectivo.
-    2 conjuntos culotte + maillot.
-    Camiseta interior. 
-    Camiseta térmica.
-    Chaleco o paravientos. 
-    Chaqueta impermeable. 
-    Braga.
-    Casco. 
-    Gafas de sol.
-    Guantes.
-    Ropa interior.
-    3 pares de calcetines.
-    Chanclas.
-    Pantalón corto / largo de vestir (depende de la época).
-    Camiseta. 
-    Sudadera / Forro polar.
-    Saco de dormir. 
-    Neceser. 
-    Móvil y cargador. 
-    Crema anti-rozaduras.
-    Nutrición 
-    Equipo de cocina (si fuera necesario)

-    Multiherramienta (preferiblemente con troncha cadena)
-    Mancha o bombonas Co2 
-    Desmontables
-    Enganche rápido (Quick-Link)
-    Mechas (en caso de llevar tubeless) 
-    Adaptador Presta-Schrader
-    GPS / Ciclo computador
-    2 cámaras de aire (mínimo)
-    Enganche rápido (de las mismas velocidades que nuestra bicicleta)
-    Patilla de cambio 
-    Batería de recambio / cable de cambio
 

A diferencia de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago a pie, los ciclistas nos encontramos con el factor bicicleta que debemos gestionar previamente.

Primero de todo es importante saber como vamos a ir hasta el punto de partida. Si elegimos el coche, debemos tener en cuenta que no es una ruta circular. Es decir que una vez terminemos el Camino, necesitaremos un transporte hasta el punto de partida nuevamente.

En nuestro caso, optamos por la opción de encontrar un familiar que nos llevara hasta el punto de partida en el Camino del Norte. En el Camino de Santiago Francés, fuimos en tren y luego fuimos hasta Roncesvalles en taxi. También dependerá mucho de vuestro origen, ya que no serán las mismas opciones para una persona del sur de España que del norte.

En cuanto al transporte de la bicicleta, podemos escoger entre múltiples opciones: avión, tren, bus, vehículo privado y mensajería. Por experiencia, nosotros la que más recomendamos es la mensajería. Actualmente, ya hay muchas empresas que se dedican exclusivamente a ello. De hecho, en la misma plaza de Santiago de Compostela, hay muchas oficinas que nos facilitarán el envío, la caja de embalaje, etc.

Si quieres planear de antemano tanto la salida como la llegada puedes probar estas tres opciones:

• Correos 
• MRW 
• Nacex