G-LINE

De acuerdo, antes de que alguno de vosotros nos salte al cuello vamos a ver la definición de ciclismo gravel: “bicicleta diseñada para rodar tanto en asfalto como en caminos de tierra”. Visto esto, podemos decir que sí, la Brompton G-Line es una bici de gravel.

Ahora de verdad, la Brompton G-Line es la bici de la casa creada para aquellos desplazamientos en los que pisemos caminos o pistas de tierra. Evidentemente, no vamos a engañar a nadie, no es una bici que recomendemos para bikepacking, competición o cualquier tipo de gravel que no sea el de moverse de un punto a otro sin otra finalidad más allá que eso.

Si alguna vez habéis probado alguna Brompton, como en nuestro caso, la diferencia es simplemente abismal. Al igual que lo es con cualquier tipo de bici plegable que probablemente podamos encontrar en el mercado.

La posición encima de la bici es sorprendentemente similar a una bici de montaña, posición erguida y cómoda que favorece la agilidad y un pedaleo fácil.

A pesar de ser una bici plegable, en marcha no se notan holguras o ruidos provocados por los puntos de plegado. Se nota rígida y robusta. Y creedme que, en este aspecto, somos un poco maniáticos.

En esta Brompton G-Line las bicis son de 20”, algo que sin duda hemos notado en cuanto a velocidad y que no hemos sentido que penalice en agilidad y maniobrabilidad en espacios reducidos. La bici se siente super ágil a velocidades lentas y la puedes manejar fácilmente en espacios reducidos. Por otro lado, como hemos comentado, la bici corre, y mucho, más que cualquiera bici similar que hayamos probado hasta la fecha, incluso las de la propia marca.

Los frenos Tektro, son una auténtica maravilla, no tenemos nada más que buenas palabras sobre ellos. Funcionan increíblemente bien, tienen un tacto brutal y gracias a ser hidráulicos tienen una potencia buenísima combinado con los discos de 140mm.

En el cambio, encontramos el Shimano Alfine, un sistema que integra las marchas dentro del propio buje y desaparece el cassette. Con el plato delantero de 54 dientes y las 8 velocidades del cambio, hemos cubierto casi todas nuestras necesidades, incluso una pendiente del 9% corta que tenemos antes de llegar a la oficina.

Las cubiertas Schwalbe G-One Allround también han sido una grata sorpresa. Debido a su multitaco y su anchura, agarran super bien en terrenos off-road y no lastran sobre asfalto. Muy contentos con ellas.

Para concluir, una vez plegada la bici, la podemos mover por todos lados. La hemos llevado en metro, guardado debajo del escritorio de la oficina, dentro de un armario, etc. Sin duda, una obra de ingeniería ciclista que reduce el tamaño de la bici de forma alucinante.

Además, por su peso, la podremos transportar con facilidad. Simplemente pesa 13,9Kg y si realmente necesitamos desplazarla a mano en nuestro día a día, podemos valorar la opción de comprar el montaje que incluye las ruedecitas de transporte.

Por último, el precio de esta Brompton G-Line es de 2849€.