RIOT G

Concebida para bajarse poco de la bici

En marcha

Maxima transferencia de potencia

PROS:

-    Rigidez: la suela de carbono cumple con las expectativas de largo, ofreciendo una transferencia de potencia simplemente increíble.

-    Ajuste: el doble BOA L6 es un acierto rotundo y el ajuste de la zapatilla es realmente bueno.

-    Horma ancha y generosa, alejada de tejidos compresivos y permitiendo una buena movilidad del pie y los dedos dentro de la zapatilla.

-    Durabilidad del upper: después de varios enganchones y abrasiones, el upper está en perfectas condiciones, las protecciones de goma además cumplen perfectamente con su función. 


CONTRAS:

-    Es una zapatilla incómoda de caminar, la alta rigidez de la zapatilla hace que la zapatilla trabaje prácticamente de una sola pieza. 

-    La exposición de la suela de carbono hace que se ralle con facilidad en momentos en los que hemos tenido que poner el pie al suelo. 

-    Pensamos que el taqueado de la suela es algo justo y a pesar de agregar algo de peso, un mayor taqueado y más blando favorecería a la durabilidad de esta. 

-    La lengüeta es algo corta y nos ha dado la sensación de que a veces se cuela dentro de la zapatilla.

Stack bajo

Suela de carbono con taqueado

Upper resistente y doble BOA

Las Bont Cycling Riot G son unas zapatillas con suela de carbono enfocadas al rendimiento. Partiendo de esa premisa, nos calzamos las zapatillas y salimos a probarlas en todo tipo de terrenos y superficies. Desde salidas explosivas de una hora a fines de semana de bikepacking.

Tras muchos kilómetros, algo que sin duda nos ha gustado es la comodidad y la generosidad de la zapatilla con el pie. Fit ancho, nada compresivo y que permite lo movilidad dentro del pie. Una muy buena opción para los detractores de las zapatillas “tipo guante” o con los pies anchos. 

Algo que no se te olvida es que se trata de una zapatilla con suela de carbono. Y especialmente en este caso, moldeada con calor adaptando la forma del talón de la zapatilla. Decimos que se nota porque a la que imprimes vatios sobre los pedales, notas como la zapatilla responde, teniendo la sensación de que la placa de carbono te empuja hacia adelante por el tendón de Aquiles (debido a la forma moldeada del carbono).

Eso sí, evidentemente, no es una zapatilla concebida para caminar, para llevarla puesta fuera de la bici y si somos ese tipo de ciclista que recurrentemente ponemos el pie a tierra, será mejor buscar otra opción. A pesar de tener unos tacos medianamente prominentes, tendremos la sensación de caminar sobre un listón de madera. 

El ajuste de la zapatilla viene dado por un doble BOA L6, lo cual es sinónimo siempre de sujeción y adaptabilidad. Con el dial inferior se ajusta toda la zona del empeine y con el superior, mediante un tirante horizontal, se ajusta la parte superior. 

Algo que también se nota es la poca altura de la zapatilla, es decir el stack bajo. A nosotros nos ha dado la sensación de ir completamente pegados al pedal y el bajo perfil de la zapatilla y la bocana tan amplia de la zapatilla, dejan expuesto completamente el tobillo e incluso algo del pie.

En resumen, estas Bont Cycling Riot G son unas zapatillas enfocadas a aquellos que quieran imprimir vatios sobre los pedales, que busquen el rendimiento y la máxima rigidez en una zapatilla, que no esta concebida para poner el pie en el suelo, pero que, con una horma generosa, garantiza una buena comodidad. 

Materiales premium

Microperforaciones y protecciones

Tirante superior

Lengueta algo corta y oculta bajo el tirante

Sin duda, lo que hace estas Bont Cycling Riot G diferentes y características es la construcción de su suela de carbono. Una suela de carbono que se moldea mediante calor y adapta la forma del talón extendiéndose hasta el tendón de Aquiles. 

Una forma del carbono que subido a la bici se nota, y mucho. Algo que personalmente teníamos serias dudas si sería efectivo. Pues bien, hemos tenido que agachar la cabeza y confirmar que la rigidez y la transferencia de potencia es máxima. Incluso a ponerte de pie se nota la sensación como que la parte trasera que sube del talón te empuja el pie hacia adelante en el momento del pedaleo. 

El upper está también muy logrado, con un tejido de microfibra y malla perforada que cumple perfectamente su función. Además, no se sienta una zapatilla minimalista, sino que más bien, tiene una muy buena estructura que sujeta bien el pie. 

Algo que nos ha gustado mucho del upper también han sido las protecciones de goma, especialmente la de la puntera. Sin duda, juegan claramente a favor a de la durabilidad de la zapatilla. 

Pocas cosas tenemos a decir del doble díal BOA L6, simplemente que funciona de mil maravillas, garantizando un ajuste perfecto y milimétrico. Eso sí, la lengüeta nos ha parecido algo corta y el tirante de tejido superior la esconde por completo una vez atada. 

Carbono expuesto y de alta rigidez

Taqueado trasero

En la suela encontramos un taqueado que va de 0,6 a 10mm agrupados prácticamente en la zona del metatarso y del talón. Un taqueado que podremos ajustar su prominencia con unas pequeñas alzas que incluyen las zapatillas de serie. Esto es gracias a que los tacos van atornillados, cosa que facilita mucho su modificación. 

En cuanto al taqueado, poco podemos decir, más allá de que cumple su función, aunque en cierto momento nos ha parecido demasiado duro. Bien es verdad, que un taco más blando siempre, aunque tenga un mejor grip (normalmente) también disminuye su durabilidad y resistencia a abrasiones. 

 Otro detalle para tener en cuenta es que estas Bont Cycling Riot G solamente son compatibles con pedales SPD. Es decir que, si utilizáis pedales de carretera, deberás cambiarte los pedales o buscar otras opciones diferentes. Las líneas de ajuste de la cala son muy intuitivas y favorecen un fácil y correcto ajuste de esta. 

Que la suela de carbono vaya tan expuesta es algo que no sabemos si juega a favor o en contra de la zapatilla. Evidentemente, se reduce notablemente el peso, pero la expone a múltiples arañazos y abrasiones que a pesar de que sea algo puramente estético, la desgastan prematuramente. Quizás un taqueado protector o la integración de la placa dentro de la zapatilla reducirían el desgaste. 

No tenemos que destacar nada en especial de la durabilidad de la zapatilla que nos haya llamado la atención. 

La zona del upper se mantiene en perfectas condiciones, en cierta parte gracias a las protecciones de goma que tiene la zapatilla en aquellos puntos más conflictivos. Por ejemplo, en la puntera, que encontramos un refuerzo del mismo material que el taqueado de la suela que ofrece una resistencia brutal a enganchones y abrasiones como hemos podido comprobar en marcha. 

El doble dial BOA L6 sigue funcionando a la perfección y, además, si así no lo fuera, tenemos la confianza de que la propia marca ofrece garantía de por vida de su sistema. 

La durabilidad de la suela es algo que a pesar de que lo hemos comentado anteriormente, es anecdótico y puramente estético, con lo cual no afecta directamente al rendimiento de la zapatilla.